"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda..."
¡Vamos con la curiosa combinación de esta semana!
******
Altafulla
Nunca pude saber si la CURICHE aquella era mulata, jabada teñida o simple café con leche, pues el maquillaje le servía de ADARGA hasta llegar a ser la más exótica, requerida y deseada de aquel quilombo. El excitante bamboleo de su nalgatorio amenazaba con provocar la DEFLAGRACIÓN de un POGROMO como cuando los esclavos de Valparaiso se levantaron contra el clero que divulgaba en sus sermones la ESTULTICIA de una promesa de libertad a los que se convirtieran al cristianismo.
Marina
Tomo un cuaderno, allí garabatos, signos, tiempos enredados en letras, una auténtica DEFLAGRACIÓN de ideas. Dice en un apartado: Hoy me levanté desprovista de ADARGA, desnuda. Corrí hacia mí y me vÍ dispuesta a atravesar el POGROMO, como si esas ruinas me invitaran a revisar la experiencia del tiempo transcurrido, a imaginar que aquél niño CURICHE me abrazaba y yo le sonreía tranquila".
¡ESTULTICIA! cobarde-me acusé-y fui a vestirme.
Gabriel (El del Ferry)
de tanto en tanto un CURICHE aparece en mi camino, lo rodeo y continúo
de tanto en tanto un recuerdo causa la DEFLAGRACIÓN de mis sentimientos, más junto ánimo y sigo andando
de tanto en tanto asisto un POGROMO que me es ajeno, cojo mi ADARGA y me abro paso
quizá sea mi propia ESTULTICIA la que me hace seguir, quizá la ESTULTICIA de mi raza humana
pero sigo
mi corazón y mi amor me impulsan a seguir
Eva Moreti
4 jinetes cabalgan la densa oscuridad, precedidos de tormentas eléctricas y violentos remolinos de agua y viento. El primero ESTULTICIA.
El otro, Hambre.
El tercero, DEFLAGRACIÓN.
El último, Muerte, cerrando la comitiva.
Su misión, cumplir las profecías, oh montes, dirán los mortales, blancos o CURICHES, ocultadnos, protegednos.
Un apocalipsis generalizado y efectivo, un POGROMO que dará paso a un cielo nuevo y una tierra nueva.
Cada uno alza una espada aguda, su ADARGA diamantina y una intensa determinación de justicia.
Pioneer123
De repente me di cuenta de nuestra realidad. Miré a mi alrededor y vi que nuestras defensas eran paupérrimas, escudos de ADARGA, ¡qué ESTULTICIA! Pero igualmente debíamos vencer, vengarnos del POGROMO que ellos habían provocado. No podíamos volver con las cabezas bajas. Nunca. No podría volver a mirarlos a los ojos, esos que ellos han arrebatado la inocencia, la alegría, la esperanza. Volví a mí y les vimos al lado del CURICHE, ahora nosotros solo esperábamos una llamada DEFLAGRANTE y conseguiríamos la venganza.
Viec
La muerte mueve el matraz, sus esbirros afilan los cuchillos para el POGROMO sangriento, toda la cáfila de CURICHES serán pan comido, carne de buitres, buen yantar. Ninguna ADARGA, escudo, antibiótico, pata de conejo, antitoxina, coraza, búnker, fármaco o medicamento podrá defenderlos, en la tierra solo crecerán los ojos claros, las carnes pálidas…hasta que la capa de ozono cause la DEFLAGRACIÓN de las carnes y la ESTULTICIA gobierne el mundo.
Ojo humano
La maestra sacó una gran pieza de papel y preparó la DEFLAGRACIÓN sobre un brasero con un cerillo encendido, para iniciarnos en el misterio de la química, “nada se pierde, nada se cre…”
Infantiles y prejuiciados, pensamos que su clase era una ESTULTICIA, una pedante afectación, solo por su piel CURICHE y su enseñanza –pensamos- tenía menos preparación que otros profes.
Cierto día no acudió a dar la clase. Por rumores supimos del POGROMO que había hecho el gobierno, como éramos adolescentes irreflexivos ni siquiera sentimos su ausencia.
En el aula quedó un papel quemado, una ADARGA, una espada y un grueso libro que nunca nos atrevimos a abrir, objetos que traía para enseñarnos verdades imborrables.
Crysolidan
Fue una ESTULTICIA. Lo sé. Por un instante, en el ocaso de la conciencia, la mecha de la locura prendió imponiendo su impertérrita nequicia…
…No pude evitarlo. Primero el fuego, las llamas… luego una inmensa DEFLAGRACIÓN… gritos, lamentos, llantos y quejidos después…
…Para cuando quise darme cuenta, una cascada de cuerpos se derramaba sobre el terreno, y un negro manto de espesa ceniza cubría a los supervivientes dando una especie de tono CURICHE a sus pieles...
…Y allí, en medio de semejante POGROMO, en el epicentro mismo de tamaño universo de ruina, desastre y destrucción estaba yo...
...Mis alas carbonizadas, mi égida consumida... Sólo el inquebrantable deseo de volver a verte algún día era mi ADARGA para mantenerme con vida en medio de tal apocalíptica devastación…
*****